La componen sus
barrios que ocupan un total apenas de 4,5 klm. Y unos 120.000 habitantes que
viven y duermen en sus barrios, pero cada día por sus calles, plazas y avenidas
circulan y transitan más de un millón de personas, entre gente de diferentes
distritos y turistas. Sin contar festivos que esa cifra se puede multiplicar a
los 3 millones si no más. Que inundan sus calles de forma literal.
Pero están los
servicios del distrito de Ciutat Vella diseñada para los 120.000 habitantes o
para los 3 millones.
Ese reducido espacio
alberga, el puerto de Barcelona, las playas más famosas de Barcelona, la parte más
antigua de la ciudad, cientos y cientos de puntos de gran interés turístico.
Y la mayor concentración
de hostelería y restauración de España. Ms de 440 hoteles, alberges y
pensiones. Y más de 400 pisos turísticos
regulados se calculan muchos más pisos
que no han sido regulados. Ni evidentemente tributan impuesto alguno.
Yo vivo en uno de
esos barrios, en concreto en la Barceloneta.
De pequeño decir que vivía en ese barrio levantaba miradas de recelo y
suspicacia, la Barceloneta seguía ligada al somorrostro un barrio de barracas
que es parte innegable de nuestra historia. Los mismos que miraban con recelo. Hoy
al decirles que vivo en la Barceloneta, me felicitan y me envidian por vivir
frente al mar.
(Vaya lo dicen como si el mar fuera algo nuevo, que
lo descubriera el resto de Barcelona no quiere decir q sus vecinos no supieran
de su existencia o que dejaran de gozar de él, a nivel personal o profesional
ese barrio siempre ha estado ligado al mar y a la industria.)
La ribera con los
encantos de un barrio medieval, marinero y comercial. Donde el paseo del born o
santa maría del mar. Se ven cada día invadidos por ríos de turistas. El gótico
con una magia sin igual, el Raval un puerto, donde todo el mundo aterriza y
sabe mestizar y mimetizarse, un barrio que pese a todo jamás deja de perder su
esencia y donde las apuestas han logrado pequeñas victorias y otras muchas
pendientes, sant pera, santa Caterina. Mucho más que su mercado, que el palau,
un barrio que lucha por reencontrar sus pequeños rincones y espacios, para que
vuelvan a ser de sus gentes.
Pero qué ventajas
tienen sus habitantes, ellos los de toda la vida no han elegido ser el motor
del turismo, están encantados y orgullosos pero no ven ninguna ventaja. Ser el
centro. Siempre lo han sido. Los negocios no todos, están destinados al turismo
ni se benefician de ellos y solo piden una cosa CIVISMO.
Que quieren los
vecinos. Solo vivir en paz, no piden que no vengan turistas ni q el resto de Barcelona
pasee por sus calles, pero si quieren poder dormir por las noches. Que cuando
la gente salga a divertirse sepan y entiendan que pueden divertirse reír y
beber pero ello no implica no dejar dormir a los vecinos y vecinas de los barrios.
Donde la policía entienda que el distrito en si tiene un hecho diferencial y
que la densidad hace que tengan que tener más mimo.
Que la venta
ambulante no solo ataca el comercio. Fomenta prácticas incívicas que perturban
el precario descanso de los vecinos.
Que son prácticas
que hasta la fecha quizás no, pero ponen en serio riesgo sanitario a miles de
usuarios q de forma poco consiente consumen sus productos. Que no pasan
controles sanitarios de ningún tipo.
Que la limpieza no
es solo de la gente que vive en el distrito debe ser de todo el que viene tenga
presente. Que las autoridades mimen un distrito que tanto da a la ciudad y
hablo en mi nombre pero estoy seguro que muchos vecinos suscribirán mis
palabras.
Que los espacios son
de todos, pero todos debemos cuidarlos. Que no solo la piedra hace de estos
barrios un lugar tan mágico y particular, la piedra hace mucho, pero sin su
gente no sería lo mismo. Que es la pasión y el mimo de sus entidades que luchan
por esas pequeñas victorias.
Por recuperar un
patrimonio cultural lejos de lienzos y piedras de cultura viva que recorre esas
calles. Como la sangre que hace q bombé el corazón de Barcelona.
NO A MAS PISOS
TURISTICOS.
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