Poner fina la ley hipotecaria.

Antes hable del New Deal, luego sobre los orígenes de la crisis. Hoy de la productividad y la relación a la deuda bancaria.

Cuando uno firma una hipoteca, la garantía de la vivienda no cubre la totalidad de la deuda contraída, en caso de no poder hacer frente a los pagos, el ciudadano ve subastada su vivienda pero con la subasta no ve liquidada su deuda. El banco suele adquirirla por un mínimo del 50% del valor de su tasación.  El resto hasta completar la deuda estará sujeto a interés judicial siempre más bajo que el del libre mercado, pero aun así vera como su deuda aumenta día a día.  

Sin vivienda y con una pesada deuda a sus espaldas ese ciudadano ve su vida condicionada a esa pesada deuda de por vida.

En época de bonanza económica los bancos la provisión de deuda que hacen en el banco de España al que están obligados era un lujo que les resultaba sumamente rentable. Te quedas una vivienda, esperas a que el mercado suba, la vendes y encima la plusvalía la paga el desahuciado.  Y de todos sus futuros ingresos te llevas un pico, vaya negocio redondo.

Pero que pasa en una situación de crisis donde el precio de la vivienda cae sin parar.  Los bancos se quedan grandes stocks de pisos y una fuerte provisión de fondos en el banco de España. Pasa de ser un negocio redondo a un lastre.

Pero no solo eso.   El número de personas que no puede hacer frente a sus deudas aumenta, ya supera un 5%, ese alto porcentaje de ciudadanos que no podrá jamás acceder al crédito, por ello los bancos pierden un 5% de cuota de mercado y el numero crece, se quedan unas deudas que jamás podrán cobrar y pierden más de un 5% de potenciales clientes.

Es hora de poner raciocinio en la banca española, no pediré que pongan corazón, les estoy hablando de números, de cuotas y negocio.  Los tipos de interés no solo es lo que se cobra por el préstamo del capital, también hay un porcentaje que se achaca al riesgo que las entidades asumen.

Con la política actual que aparentemente favorece a la banca. Lo único que lograremos es desangrarnos poco a poco.

Se debe crear un plan nacional de rescate a las personas y familias.  Un plan ambicioso, que haga préstamos efectivos con planes solventes de devolución a las personas afectadas no a las entidades financieras. Los bancos obtendrán su dinero, liberaran parte del dinero que tienen que tener  bloqueado en los fondos del banco de España.  Además no perderán cuotas de mercado, ganaran ese 5% de clientes que a día de hoy han perdido.  Y el dinero volverá a circular.

Porque en las crisis la apuesta debe ser el ciudadano. Porque en las crisis la mejor apuesta son políticas sociales decididas y valientes. Porque la banca debe ampliar sus miras.