Poner fin a la corrupción en la política.
Sin duda el poder, siempre ha estado emparejado a la corrupción, la gran mayoría de nuestros políticos, son honrados, pero los que acaparan los titulares de la prensa siempre son los casos de corruptelas de todo tipo. Licencias, sobornos, enchufismo un largo etc… Que hacen que la opinión pública tenga siempre una pésima valoración del trabajo de la política. Y repito es una gran minoría la que emplea estas prácticas. Y muchos más lo que toma ese camino por una vocación de servicio a los ciudadanos.
Como poner freno a estos casos de corrupción. Es imposible la erradicación. Mejor cultura mayor control. Pero qué pasa con las influencias que grupos de control puedan ejercer sobre los políticos.
Algo que no es nuevo la creación de un banco público. Un banco donde todos los políticos y familiares hasta cierto grado deban tener como obligación todas sus cuentas y depósitos, los prestamos y hipotecas.
Es difícil plantarle cara a la banca mientras discutes el pago de las letras hipotecarias. Y más complejo ocultar dinero negro bajo el colchón.
No es algo nuevo en este país, Caja postal que luego paso a ser Argentaria. Hasta que fue comprada por Banesto. Tras las presiones de Europa para su venta. Alguno dirá que vulnera el libre mercado, pero cuando aprenderemos que el mercado no ha de ser libre. Esa libertad nos ha llevado a una crisis sistémica, porque el mismo sistema esta descontrolado.
Vimos como este verano cambiamos en un tiempo record nuestra constitución, también pueden cambiarse las directrices Europeas.
Alguien se imagina, un presidente de gobierno, que intenta poner freno a la corrupción y malversación en la banca y horas más tarde se debe reunir con ellos para negociar la subida de su hipoteca.
O un político, cuyas cuentas estén a la vista de todos. Alguien podrá decir que es un atropello, pero si el compromiso es con el ciudadano él y su familia deberán pagar el precio. Sacrificios más altos pedimos a diario a los ciudadanos.
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